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lunes, 21 de febrero de 2011

El tiempo de los amantes

                                                                    Nicoleta Toma
Uno, dos, tres
cuenta el reloj
y destruye,
cuatro, cinco, seis
no para de andar,
se mueve,
el tiempo se mueve
al igual que los cuerpos, 
aquellos que se devoran
en la perfecta oscuridad,
el tiempo se funde
con el calor de la piel,
las horas se enredan
en el pelo de ella,
los minutos se ahogan
en el aliento de él,
corre el tiempo para los amantes
ya casi no hay lunas,
el tiempo se las come
los rayos del sol avanzan 
dorados y triunfantes,
el tiempo, cruel tirano
los obliga a pasar
por las débiles cortinas
para invadir el cuarto;
las ropas se quejan
exigen, reclaman
pegarse otra vez al cuerpo
él no las escucha, 
ella las rechaza
el tiempo sabe que ganará la guerra
los amantes saben que se volverán a ver.

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